Juego de Cuerdas Larsen Aurora para Viola 4/4
Las cuerdas para viola Larsen Aurora son una combinación excepcional de calidad, rendimiento y asequibilidad. Diseñadas tanto para aficionados como para profesionales, estas cuerdas garantizan una experiencia de juego equilibrada, sensible y vibrante. Las cuerdas Aurora para viola revitalizan su viola. Responden con mayor rapidez y facilidad, reduciendo la necesidad de un manejo minucioso del arco en comparación con otras cuerdas. Aurora realza el sonido general de su instrumento, lo cual es crucial al interpretar pasajes que requieren una gran precisión en conjuntos de música de cámara. Su amplio rango dinámico permite una mayor libertad en la técnica del arco, permitiéndole tocar tanto cerca como lejos del puente con facilidad.
Especificaciones:
- Serie: Aurora
- Instrumento: Viola
- Tamaño: 4/4
- Tensión media uniforme: la sensación del arco se mantiene constante de un tamaño a otro, lo que facilita el cambio de instrumento a medida que el estudiante progresa
- Sonido equilibrado: una combinación de brillo controlado y un cuerpo cálido, ideal para música de cámara, práctica diaria y presentaciones en escenarios
- Respuesta rápida: ataque rápido y fácil control de la articulación, lo que ayuda a consolidar la técnica del arco, aún en desarrollo
- Materiales confiables: los núcleos sintéticos y los entorchados de aleación de primera calidad garantizan durabilidad y estabilidad de afinación, incluso con práctica diaria intensiva
- Consistencia tonal: un registro uniforme de graves a agudos evita fallas sonoras y brinda confianza al explorar dinámicas más amplias
Larsen Strings desarrolla, fabrica y distribuye globalmente cuerdas para instrumentos de arco para violín, viola y violonchelo. Con sede en Sønderborg, Dinamarca, la empresa fue fundada por Laurits Th Larsen en 1990. El director ejecutivo de Larsen Strings A/S es Thomas Petersen.
En 1990, recibió un pedido de 300 cuerdas para entregárselo a un colega estadounidense, pedido que no pudo cumplir. Su solución fue empezar a producirlos él mismo en el garaje familiar. Unos dieciocho meses después, se perfeccionó la primera cuerda de violonchelo.